lunes, 11 de noviembre de 2019

Primeros pasos en Sidney


Una vez más vuelvo a mi blog, donde os voy contando las experiencias que tengo durante mis viajes. Como muchos sabréis estoy ahora mismo en Sídney, muchos sabréis ya la historia y otros tal vez no tanto.
El principal motivo por el cual he venido a las antípodas es porque a Ludvig le ofrecieron trabajar aquí con la empresa que estaba trabajando en Madrid, y por supuesto no podía perder la oportunidad de venir, ni yo la oportunidad de acompañarle a este lugar tan lejano.
Hace un mes que llegamos y parece que llevamos aquí al menos 4 meses, estamos completamente adaptados, compartiendo piso para no arruinarnos durante los meses que estamos aquí y por supuesto viviendo lejos del centro, ya que sino los alquileres ascienden a precios que ni puedo calcular para mi pobre economía. Vivimos al otro lado del puente más famoso de la ciudad (Harbour Bridge), así es que tengo que admitir que cada vez que voy al centro me encanta tener que cruzar el puente y ver las increíbles vistas de la ópera, rascacielos, y cruceros. 

A finales del mes nos estuvimos alimentando a base de cereales, huevos y plátanos, porque nos quedamos sin un duro, no porque sea mucho caro aquí, porque huimos del Airbnb que reservamos por un mes, porque estaba muy muy sucios y la gente que vivía en esa casa no hablaba ni una palabra de en inglés por lo que no podíamos comunicarnos con ellos. Como he dicho estamos viviendo con un australiano con el cual conectamos desde el principio y nos pareció muy simpático. Por lo que a finales de la segunda semana ya teníamos piso, el cual tiene una piscina comunitaria que estoy deseando utilizar.

Todos os estaréis preguntado que cuantos bicho raro habré visto en tan solo un mes, pero la verdad es que no he visto nada que se salga de lo ordinario, ni arañas, ni culebras, ni nada. Lo que sí he visto son muchos loros salvajes  y especies de pájaros que nunca pensé que verías dentro de una ciudad tan grande.
En cuanto mi día a día, se basa en ir a la biblioteca del barrio para terminar mi trabajo de fin de grado y buscar trabajo. He perdido la cuenta de cuantas solicitudes de trabajo he enviado, con suerte pronto tendré algún trabajo, de momento me han cogido en una empresa de eventos que me irán llamando según la disponibilidad y trabajo de camarera (de momento solo he ido a uno), también voy a una clases de inglés que son gratis algunos días de la semana, de este modo voy conociendo gente y no paso el día entero sola. Por lo demás, los fines de semana aprovechamos para visitar sitios, ya que hay miles de lugares que descubrir. Los domingos nos vamos lo más lejos posible, porque el transporte solo cuesta 3 dólares y puedes ir a donde quieras. Sin duda lo más caro aquí es el transporte, no ha llegado el abono de Carmena, ni siquiera existe un abono mensual, porque lo que coger el tren es una ruina, ya que pagas según lo lejos que vayas. 

Sobre  cosas que me han llamado la atención, sin duda la primera es la gran variedad cultural, creo que no os podéis hacer una idea de la cantidad de gente de otros países que hay aquí y con ello la gran oferta culinaria que te ofrece la ciudad, puedes probar literalmente cualquier tipo de comida de cualquier país, menos australiana, que no existe tal cosa. Yo no se como es posible que haya tantos restaurantes por m2 y que todos funcionen. En definitiva en Sídney no te mueres de hambre porque hay un restaurante cada 20 metros que andas.
Otras de las cosas que me está encantado es lo cerca que tienes miles de playas y rutas para hacer al rededor de toda la costa, es sin duda lo mejor, estar en una ciudad tan grande pero que puedas contar con miles de parques, reservas, rutas por la costa, playas e incluso montañas, no puedo esperar a seguir descubriendo toda la naturaleza y playas  que rodea esta gran ciudad.