Prieskestolen es
un lugar de Noruega muy famoso, bueno, más bien uno de los fiordos más bonitos
que puede haber en Noruega.
Para llegar allí
hay que caminar unas dos horas, pero si vas con daneses se pueden convertir
perfectamente en tres.
La ruta a este
sitio no es muy difícil de hacer, y el camino no se hace largo,a no ser, como
ya he dicho, que se vaya con daneseshahahha.
A pesar de la
lentitud de mi Host family en la montaña y la de sus amigos, me encantó la
ruta. Ésta comenzaba con una cuesta bastante grande en un camino que estaba muy
bien, aunque después ya nos metimos en montaña. Pero estaba todo muy bien
preparado, porque ya os digo, el sitio es bastante famoso y va mucha gente.
En cuanto nos
metimos en la montaña no puede evitar que me saliera mi instito de cabrita,
porque he crecido en el campo y en los charcos del pueblo, y cuando vi tantas
rocas, tengo que decir que me emocioné saltando jj.
My host family
me decía todo el tiempo que me parase y esperara a los demás, pero eran tann
lentooosss... jjj. Por lo que al final me colocaron la mochila que llevábamos
con agua y fruta, para retrasarme un poco. A pesar de ello iba la primera.
Al llegar, el
sitio impresiona bastante, y si tienes vértigo, mucho más.
En este sitio
hay que tener bastante cuidado, la verdad.Yo no soy capaz de entender como la
gente se puede sentar en el borde de la roca (bueno, más bien es un cortado)
con el precipicio que hay.
Pero bueno,
ahora viene lo divertido de la historia.Yo iba con un poco de miedo, porque un
español 6 días antes se había matado en ese mismo lugar.
Cuando estaba
llegando, escuché a lo lejos voces españolas, pero en ese momento pensé: no,
Elisa, solo son imaginaciones tuyas.Pero resulta que mi oído no se había
confundido. Al llegar, un grupo de españoles, unos 15, estaban allí gritando y
sacándose fotos y tal.
Entonces yo
no pude evitar no hablar con ellos. Resulta que estos jóvenes españoles viven a
20 minutos de la ciudad a la que voy al colegio en Denmark, y que están de
Erasmus todo el año.
Es gracioso
porque quién me diría a mí que en medio de Noruega, en un lugar perdido, me
encontraría con un montón de españoles, y encima que estén también en Denmark.
La verdad es que
me hizo mucha ilusión poder hablar con españoles cara a cara.
A la vuelta,
bajé practicamente corriendo. Mi host family me decía: ¿por qué corres?, y yo
les decía: no corro, sólo voy saltando de piedra en piedra.
Resumiendo, es
un sitio que merece muchísimo la pena, así que si tenéis la oportunidad, no lo
penséis y poned rumbo a Noruega.
Como podeis ver yo no me acerco mucho al precipicio, estando ahi ya me estaba dando algo. Le tengo respeto a las alturas
Preciosas las entradas, Eli. Y las fotos, una pasada. Ya estábamos echando de menos tus historias. Qué envidia tu viaje a Noruega. Esperamos que "tu momento bajón" no dure demasiado y que sepas sacarle partido a la noche Danesa. Un beso muy fuerte de tus amigos Langlois
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