domingo, 2 de febrero de 2014

183 días fuera de casa

Ya he hecho muchos resumenes sobre mis meses y como podéis ver llevo la cuenta demasiado bien.
Pero esta entrada es más seria porque ya no son ni 30 ni 60 días, estamos hablando de 6 meses sin ver nada de España que no sea a través de una pantalla.

Lo que más odio de todo esto, es la confusión de sentimientos, porque es una locura. Es querer seguir  aquí, pero a la vez poder abrazaros a todos vostros, sin tener que esperar a que pase el tiempo. No sabeis lo que me puede llegar a confundir.

Aún recuerdo como si fuera ayer el 1 de Agosto en Villanueva, últimos abrazos, últimas cervezas, los últimos pedazos de tortilla de patata que me preparo Maribel en el bar y el último abrazo de Antonio.
Recuerdo cuando me subí al coche, observé como se iba alejando hasta que desaparecío de mi vista. En ese momento mi hermano me toco el corazón  y me dijo: ¿Por qué a penas te late el corazón? ¿Es que no estas nerviosa ? . Yo en ese momento en el que estabamos saliendo de Villanueva no sentía nada, o tal vez sentía tanto que todo se anuló todo.

No se explicaros esto porque fue todo tan raro, estaba tan ilusionada y a la vez tan triste que fue muy dificíl para mi ese momento.
Luego la llegada a Madrid, buscando la oficina de AFS como locos y cuando vi el cartel de la oficina  me quedé parada en medio de la calle esperando a que me alcanzaran mis padres y mi hermano porque no quería entrar sin ellos, luego hicimos una pequeña pausa enfrente de la puerta y entramos.

Allí nos estaban esperando dos mujeres y mis compañeras españolas ya estaban allí aunque en ese momento no estaban en la oficina y cunado llegaron de nuevo a la oficina, en ese preciso momento dijo una chica: -Bueno chicos ya el último adiós. Mi madre en ese momento rompió a llorar como una magdalena y me dio un abrazo que todavía lo tengo guardado, mi hermano me dio otro abrazo y me alzo un poco en el aire y el abrazo de mi padre no fue tan largo como el de mi madre pero estaba también cargado de cariño. Despúes salieron de la oficina y ya no les ví más. Recuerdo que solo se me calleron un par de lágrimas no quería romperme a llorar en ese momento. Después de que se fueran recuerdo que me dije: bueno Elisa ahora hay que ser fuerte porque ya no hay marcha atrás.

No se porque os cuento todo esto, siemplemente me ha salido solo y me apetecía compartir mis sensaciones antes de coger el avión. Ahora que menciono avión, cuando pasé la puerta de embarque rompí a llorar porque en ese momento nos dejaron solas a las 5 españolas, solas hasta que llegasemos a Dinamarca, pero me alegro mucho de haberlas tenido conmigo a estas chicas aun que solo nos conociesemos de una noche. Antes de coger el avión nos pusimos a jugar a las cartas, nuestra última partida de cartas del verano español.

En el aeropuerto estaba tan nerviosa y no hablemos del primer vuelo, ni me dormí en el vuelo, tenía un nudo en el estómago que no se me ponía con los examenes de bilogía del año pasado.

Escalofíos, llantos, risas, ilusión, tristeza,alegría ,emoción, miedo, fuerza, debilidad, frustación, ganas...
Sin duda grandes sensaciones en tan solo 2 días y que todavía las conservo.

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